El cerebro humano está diseñado para conectarse con los demás. Somos seres sociales, y como tales pertenecemos a grupos sociales donde desarrollamos relaciones estables con otras personas permitiéndonos nutrirnos, sostenernos mutuamente y actuar conjuntamente para transformar la sociedad.
La Inteligencia Social en ámbito social nos ayuda a pertenecer y participar en un grupo, permitiéndonos nutrirnos y sostenernos mutuamente.
Esta necesidad humana fundamental, es decir, la pertenencia, nos posibilita desarrollar relaciones estables con otras personas y refuerza nuestra autoestima.
Nuestra interacción en el grupo hace aflorar nuestros miedos e inseguridades y el grupo como espejo nos posibilita desvelar aspectos ocultos que habitan en nosotras.
Es por ello que desde Gizabi proporcionamos herramientas para poder entender y establecer relaciones con otras personas, y trabajamos el conocimiento sobre cómo funciona el medio donde vivimos para poder manejarnos en diferentes situaciones sociales.